sábado, 21 de julio de 2018

LA NIETA CARLOTA Y LA ABUELA DOROTEA

¡ Hola, niños guapos!. Mi nombre es Carlota y lo que me gusta hacer, es ir todos los días a casa de mi abuela. Cada vez que voy a su casa, me enseña a jugar al parchís, a saltar a la comba, ella no salta, pero me dice como tengo que saltar, me enseña a pegar las pegatinas y jugamos a otros juegos. Hoy, ha querido venir conmigo, yo no quería, pero insistió tanto que la he tenido que traer. ¿ Queréis conocerla?. En serio ¿Qué queréis conocerla?. Pues me tenéis que ayudar a llamarla muy fuerte y muy alto. Porque mi abuela está un poco sorda y vendrá despacio porque ya sus piernas le fallan. Su nombre es Dorotéa, escuchadme, cuando cuente tres la llamamos. ¿Estáis preparádos?. Venga, a la 1, a las 2 y a las 3.
- Doroteaaaaaa, Doroteaaaaa, Doroteaaaaaa
-Vaya por Dios, no ha dado resultado. A que me tocará ir a buscarla. La llamamos por última vez y si no viene la voy a buscar. ¿ Queréis?. Empezemos otra vez: A la 1, a las 2 y a las 3
- Doroteaaaaaa, Doroteaaaaaaa, Doroteaaaaaaaa
- Nada que no sale, iré a buscarla. No os mováis que vengo enseguida con ella. Seguro que está en el salón tranquilamente viendo la televisión y como tendrá el volumen tal alto no nos oirá. Abuelaaaaa, 
¿ Qué haces?. No nos has oído que te hemos estado llamando. Claro, estás aquí con la tele tan alta que como para oírnos. Vamos, han venido unos niños a vernos.
- Perdona, hijita, es que ya sabes que no oigo muy bién. Además estába viendo mi serie favorita, que sabes que me gusta mucho y no me la pierdo nunca. ¿ Qué me habías dicho?. ¿ Qué han venido lagartijas a vernos?.
- Abuelaaaa, que han venido niños, no lagartijas. Que mal escuchas hoy. ¿ Qué te está pasando?. Anda, venga, vamos a ver a esos niños. Yo te cogeré de la mano, para que no te tropieces.
Después de que los niños estuvieron esperando un largo rato, por fín aparecieron las dos. La abuela venía demasiado cansada y eso que venía con el bastón y agarrada de la mano de Carlota. Ésta le puso una silla para que se sentase a descansar.
- Ya estámos aquí, chicos. Sentimos mucho el retraso, pero es que mi abuela no puede ir más rápido. Abuelaaaaaa, saluda a estos niños, venga.
- ¡ Hola, lagartijas!. Carlotita, hija, no me gustan mucho como me miran esas lagartijas. A ver si me van a comer.
- No son lagartijas, abuelaaaaaa. Son niños y te lo he comentado antes. Vamos a enseñarles a ellos también a jugar a ese juego tan divertido como es el parchís.
Dorotea, la abuela, accedió a jugar con Carlota al parchís. Su abuela se había puesto muy contenta porque había ganado a ese juego tan divertido. Pero a Carlota no le importó perder, ella nunca se enfadába. Quería seguir jugando, pero no había forma de hacerlo, pues Dorotéa se doría toda. Su nieta la despertába, pero nada, ella volvía a dormirse y así sucesivamente.
Carlota tomó la decisión de llevarle a su abuela otra vez a la casa. Pero antes se despidieron las dos de los niños que habían ido a verlas.
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LA PEQUEÑA RANA JUANA, EL CABALLO VELOZ Y EL GATO FIGARO

¡ Croa, Croa, niños y niñas!. Me alegro de que hayáis podido venir a escuchar mi cuento. Mi nombre es Juana y como podéis ver soy una pequeña rana. Estába en la charca con mi mamá y sin decirla nada me fuí a ver que animales veía por el campo cerca de allí.
Salté, salté, salté y salté, tanto salté que estába encima de la cabeza de un animal. Pero, que animal tan raro, tiene los ojos muy grandes. ¿ Quién será?.
- ¿ Quién me está molestando?. ¿ Quién es el qué está encima de mi cabeza?
- ¡ Croa, croa!. Soy la pequeña rana Juana y he saltado tan alto que sin querer me he subido a tú cabeza. Perdone si le molesto. Ustéd ¿ Quién es?.
- Yo soy Veloz y como puedes ver soy un caballo. Me pusieron así porque corro muy rápido. Si quieres puedes quedarte en mi cabeza y yo te llevo.
- Croa, croa, croa, gracias amigo.
Los dos juntos uno encima del otro siguieron su camino. Se encontraron con el Gato Figaro y les comentó:
- Miauuuu, miauuuu, miauuuu, señor caballo, ¿ Qué lleva usted en la cabeza?. Vaya bicho tan raro.
- No soy un bicho, soy una rana y me llamo Juana. Es que salté tan alto que cuando me quise dar cuenta ya estába subida en la cabeza de este caballo.
- Mi nombre es Veloz y no me importa que ésta pequeña rana esté ahí subida. ¿ Cómo te llamas tú?.
- Yo soy Figaro y como véis soy un gato muy valiente. No le temo a nada ni a nadie. 
Juana la rana le comentó a Figaro, el gato, si quería ir  con ellos de aventuras,. El accedió gustosamente y los tres juntos caminaron, caminaron, caminaron y caminaron. De repente, el gran caballo paró en seco. ¿ Sabéis por qué?. Pues porque había visto una serpiente. La pequeña ranita, se había caido de la cabeza de Veloz y él no se había dado cuenta. Ella estába muy asustadita, pues pensába que ese bicho que sacába constantemente la lengua la iba a comer. De repente, cuando ya la serpiente estába a punto de comérsela, llegó Figaro, el gato y la salvó. Se la puso encima de su cabeza y siguieron su camino. La pequeña ranita estába muy agradecida a él y le comentó que era su heroe.
Colorín Colorete por la chimenea sale un Cohete.
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miércoles, 18 de julio de 2018

LOS TRES COLORES EL SEÑOR AZUL, EL SEÑOR AMARILLO Y EL SEÑOR ROJO

¡ Hola, Chicos!. Mi nombre es Colorines. ¿ Sabéis por qué me llamo así?. Pues porque voy vestida con algunos colores. Hoy vengo bién acompañada por tres colores. Esperad, voy a buscarlos a ver si los encuentro, porque siempre andan escondiendose. Pero si estáis aquí. ¿ Qué hacéis ahí tan escondidos?. Venga, tenéis que salir que los niñoas os están esperando. ¿ Qué os pasa?. ¿ Os dá vergüenza que os vean o tenéis miedo?.
De pronto salió el Señor Azul:
- ¡ Hola, niños y niñas!. Perdonad por el retraso, estába pintando la pared de mi casa y ¿A qué no sabéis de que color la estába pintando?. Bién, si señor, de color azul, que listos sois. Si no me he presentado, yo soy el Señor Azul y he venido con dos amigos más. Ellos son el Señor Amarillo y el Señor Rojo. Por cierto, antes de que me ayudéis a llamarlos. ¿ Sabéis alguna cosa que sea de color Azul?. ¿ Queréis que os ayude un poco?. Azul es el cielo, el mar y las ballenas. Ahora sí,  ha  llegado el momento de llamarlos, venga me ayudáis por favor. Señor Amarilloooooo, Señor Rojoooooo, Señor Amarilloooooo, Señor Rojooooooo. ¿ Dónde estáis?.
- ¡ Hola niños!. ¡ Hola, Señor Azul!. Ya estoy aquí, a ver si sabéis decirme. ¿ De que color soy?. Perfecto, soy de color Amarillo. Por eso mi nombre es el Señor Amarillo. ¿ Cómo quién soy amarillo?. Como el sol, muy bien. Cantamos todos juntos la canción del Sol:
Sol, Solito, calientame un poquito,
Para hoy y para mañana,
Para toda la semana,
Lunes, Martes, Miercoles,
Jueves, Viernes, Sábado y domingo.
Creo que todavía nos falta un color, ¿ Sabéis cuál es?. Si eso es, el Señor Rojo. Vamos a llamarle fuertemente, pues el pobre está un poco sordo. Venga, cuento hasta tres: 1, 2, y 3.
- Señor Rojoooooo, Señor Rojoooooo, Señor Rojooooo.
-¡ Oye, Oye, pero que gritos son esos!. Me habéis asustado, estába guardando mis juguetes, que todos ellos son, ¿ De qué color?. Pensar a ver, que no lo sabéis. ¿ Verdad?. Pues es Rojo. Decirme algo que sea de color Rojo y si no se os ocurre ninguna cosa yo os ayudaré. Estoy esperando, venga, ¿ Queréis que os ayude un poco?. Rojo como el Tomate, Rojo como la Fresa, Rojo como la Amapola, que es una Flor.
Ahora, Señor Azul, Señor Amarillo y Señor Rojo despediros de estos encantadores niños  y deciros que todos hemos aprendido mucho de vosotros.
Yo, Colorines también me despido con muchos besos y quiero daros las gracias porque habéis estado muy atentos al cuento y habéis estado muy formales.
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EL FABULOSO JUEGO DE MARINA Y SOFÍA

¡ Hola, niños!. Mi nombre es Marina y como véis soy una niña muy educada y muy buena. Además, mi mamá me ha vestido esta mañana con este elegante vestido de color azúl. ¿ Vosotros sois también buenos y educados?. Seguro que sí. Sabéis, tengo una hermana que se llama Sofía. Que raro, me comentó que cuando yo llegase, ella estaría ya aquí. Que os parece si entre todos la llamamos. 
¿ Queréis?. Venga, preparados, a la de 1, a la de 2, y a la de 3:
- Sofíaaaaaa, Sofíaaaaaaa, Sofíaaaaaaa. Sal ya, que queremos verte. Pero bueno, ¿ Qué estará haciendo mi hermana?. Voy abuscarla, todos quietos y en silencio.
-¡ Hola, chicos!. ¿ Qué tal estáis?. Yo me llamo Sofía y estába tranquilamente jugando en mi habitación. He oido que me estábais llamando y he venido rapidamente. Pero, ¿ Dónde se ha ido Marina?. ¿ La habéis visto?. Qué me decis que se ha ido por ahí. Pues iré a ver donde está, ahora vengo, no os mováis. ¿ Vale?.
Cuando Sofía se fué, Marina volvió otra vez comentándoles:
- No encuentro a mi hermana. ¿ Sabéis si ha estado aquí?. ¿ Qué sí ha estado con vosotros?. Pero bueno, es que parece que estamos jugando al escondite. Pues ya sé lo que voy ha hacer, me esconderé debajo de la mesa para ver si me encuentra. No le digáis nada, ¿ Vale?.
Cuando Marina se escondió, en ese momento apareció Sofía:
- He oido por aquí la voz de mi hermana y yo no la veo. No se habrá perdido ¿Verdad?. Es que sin mi querida Marina no puedo vivir.
Marina oyó llorar a su hermana y de repente salió de debajo de la mesa.
- Estoy aquí boba, deja de llorar. Me había escondido para ver si tú me encontrabas. Sabes que siempre jugamos a ésto en casa y siempre me encuentras.
- Sniff, Sniff, pensé que te había pasado algo. Sabes que te quiero mucho y no quiero que te pase nada.
Se dieron un gran abrazo las dos y siguieron jugando a ese juego tan divertido que era el ESCONDITE. Se escondían la una, luego la otra y así sucesivamente. Se lo pasában en grande, no necesitában a nadie más para jugar. Se tenían la una para la otra.
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viernes, 13 de julio de 2018

LA MARIPOSA MELOSA Y LA PEQUEÑA MARIPOSA LITA

Ya es primavera, los campos están llenos de flores de distintos colores. Las mariposas vuelan de flor en flor, los pajaros pían encima de los árboles y las abejas van chupando el polende las flores. El sol calienta fuertemente allí en el cielo, todo está en calma.
A lo lejos se oye a una linda Mariposa que está llorando. Su nombre es Melosa y ha perdido a su pequeña Lita, su hija. Los pajaritos la vieron desesperada y triste, fueron a preguntarla:
- ¿ Qué te pasa Melosa?. ¿ Por qué estás así de triste?.
- He perdido a mi pequeña. La dejé en una de las flores, me separé un poco de ella y cuando miré para atrás ya no estába. Estoy preocupada ella no suele alejarse mucho de mi lado.
- No te preocupes, la encontraremos, ya lo verás.
Siguieron buscándola, buscándola, pero seguía sin aparecer. Pobre Lita, ¿ Dónde estará?.
Se encontraron con la Señora abeja:
- ¡ Hola, Señora abeja!. ¿ Has visto a mi mariposita?
- No, pero os ayudaré a buscarla. Podemos ir a ese lago que hay a lo lejos.
- Está bién, como le haya pasado algo no me lo perdonaré nunca.
- Tranquila, Melosa, verás como al final la encontramos.
Llegaron al lago y tampoco estába allí. De pronto escucharon el pequeño llanto de Lita.
- Es mi pequeña, debe estar atrapada en algún sitio. Pero, ¿ Dónde?.
- La encontré, Melosa, Señora abeja, está aquí y está bién. No te preocupes, ahora viene tu mamá, Lita. No llores, te sacaremos de ahí.
- Mi princesa, estás bien, gracias a Dios. No te ha pasado nada. Ven, Lita, nos vamos a casa, tranquila. Ya estás a salvo.
Esta vez todo acabó muy bién. No le pasó nada a Lita y Melisa se la llevo a casa para que descansase.



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UNA FIESTA DE CUMPLEAÑOS PARA EL SEÑOR CERDO

¿ Sabéis quién vivía en una casa al lado del bosque?. Pues vivía un ciervo, estába preparando una fiesta de cumpleaños para su amigo el Cerdo. Cuando estába haciendo la tarta, oyó los gritos del Oso diciendo: - ¡Viene el Cerdo, Viene el Cerdo!.
El ciervo le abrió la puerta y le comentó:
- Pase usted Señor Oso y vamos a escondernos.
Estában los dos tan tranquilos preparando la mesa con su mantel y de pronto oyeron los gritos de la Señora Tortuga: - ¡ Viene el Cerdo, Viene el Cerdo!.
- Pase usted, Señora Tortuga, escondase.
Dentro se encontrában el Ciervo, el Señor Oso y la Señora Tortuga. Una vez que tenían puesto ya el mantel, pusieron los platos para la tarta. Volvieron a escuchar la voz de la Señora Gallina diciendo:
- ¡ Viene el Cerdo, Viene el Cerdo!. Abrirme la puerta, por favor.
El Ciervo amablemente le abrió la puerta a la elegante Gallina.
El Ciervo, el Señor Oso, la Señora Tortuga y la elgante Señora Gallina se pusieron a mirar por la ventana para ver si venía el Señor Cerdo.
De repente lo vieron y venía dieciendo:
- Oink, Oink, Oink, que bién me huele por aquí. Huele a dulce o a algo rico. ¿ Dónde será?. A ver, 
¿ Será en esta casa?. No, no es en esta, que pena, con el hambre que tengo. Seguiré oliendo, iré por esta parte a ver si voy bién. Ya está, la encontré es en la casa de mi amigo el Ciervo.
El llamó a la puerta, pero nadie le abrió porque  la puerta estába abierta. Empujó y el Ciervo, el Señor Oso, la Señora Tortuga y la Señora Gallina le sorprendieron saliendo de su escondite y diciendo:
- Sorpresa, Señor Cerdo, sabíamos que hoy era tu cumpleaños y como ves te hemos preparado entre todos una gran fiesta. Aquí, tenemos tu regalo.
- Gracias amigos, os habéis acordado. Pensé, que nadie se acordaría. Os quiero mucho, amigos.
¿Quéreis que le cantemos el Cumpleaños Feliz entre todos?.
Cumpleaños Feliz,
Cumpleaños Feliz,
Te deseamos todos
Cumpleaños Feliz.
Colorín Colorete por la Chimenea sale un Cohete.
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jueves, 12 de julio de 2018

EL REY MELCHOR Y MARINA

Venga, culitos sentados, cremallera cerrada y orejas abiertas para escuchar el cuento.
Hoy me han venido a acompañar dos personajes. Uno de ellos es el Rey Melchor, ¿ Sabéis quién es?. Muy bién, es uno de los tres Reyes Magos. El otro personaje que tenemos es una niña llamada Marina.
Tenemos que llamarla muy fuerte para que salga. Debe estár dormida y si la llamamos bajito no nos oye. Cuando salga le damos un fuerte aplauso, ¿ Vale?. Venga, preparados, cuento hasta tres. 1, 2, y 3.
- Marinaaaa, Marinaaaaa, Marinaaa. Esperad a ver que pasa, voy a buscarla.
- Marina, despierta que te están esperando.
- No dejame dormir otro poco. Tengo mucho sueño y estoy cansada.
- Vamos, vamos, ya dormirás por la noche.
- Está bién, pero espera que me ponga guapa y me peine.
- ¿ quieres que te peine yo?
- Esta bién, ya salgo.
Niños que ya sale, vamos a darle un fuerte aplauso.
- ¿ Quienes son estos niños?. ¿ Qué hacen aquí?
- Marina, han venido a que les cuentes lo que te han traido los Reyes Magos.
- Vale, vale empiezo ya ¿No?. El otro día, osea el día 5 de enero que es cuando vienen los Reyes Magos. Dejé mi zapato, con un vaso de leche con galletas y una zanahoria para los camellos.
Ese día me fuí pronto a la cama y me dormí rápidamente.
Pero oí un ruido, como si se hubiese roto algo. Me levanté despacio y me dirigí hacia el salón. 
¿ Sabéis quién estába allí?. Era uno de los Reyes Magos, Melchor. Me estába dejando los regalos.
Él se dió cuenta de que le estába mirando y me llamó:
- Marina, no te escondas. Te he visto y no tenías que estár levantada. Tú sabes que a los niños que están le vantados no les dejamos lo que nos han pedido.
- Lo siento, es que me desperté porque oí un ruido y no sabía donde era. Ya me voy otra vez a la cama.
- Espera, no te vayas así de triste.Te he dejado lo que nos has pedido. También te he dejado otra sorpresa más. Gracias por el vaso de leche y las galletas y gracias también por la zanahoria para el camello. Ahora, me tengo que ir, debo entregar más regalos a otros niños. ¡ Adios, Marina!. ¡ Adios, niños!. Sed siempre buenos.
- ¡ Adios, Rey Melchor!. Hasta el año que viene. Yo os dejo que me iré otra vez a la cama.


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ROSA Y PAPÁ NOÉL

¡ Hola, hola, a todos!. ¿ Qué tal estáis?. Yo estoy un poco nerviosa. ¿ Sabéis por qué?. Porque se acerca la Navidad y yo, yaa he escrito la carta a los Reyes Magos y a Papá Noél. ¿ Vosotros también le habéis escrito?.
Que boba, si no me he presentado, mi nombre es Rosa, me pusieron así porque a mi mamá le encantan las rosas de color rojas. ¿ Sabéis que edad tengo?. Tengo 7 años y soy ya muy mayor.
A Papá Noél le he pedido una muñeca grande espero que me la traigan. ¿ Vosotros que le habéis pedido?. ¿ Os habéis portado bién?. Yo sí he sido muy buena y muy obediente. También he trabajado mucho en la escuela.
A lo lejos se le oye la voz de su madre llamándola:
- Rosaaaa, Rosaaaa, ven a cenar y a meterte pronto a la cama si no Papá Noél no vendrá.
- Voy mamá, bueno me voy que mi mamá me llama. Cenaré y me acostaré pronto.
Al terminar de cenar, se fué a su habitación y se acostó. Se quedó dormida en el acto.
De pronto oyó un ruido que venía del salón. Se levantó y se dirigió hacia allí. Era Papá Noél que entrába por la ventana para dejarle sus regalos. Papá Noél se dió cuenta de que ella estába mirándole.
- Rosa, ¿ Qué haces levantada?. Tenías que estár en la cama.
- ¡ Hola, Papá Noél!. ¿ Cómo sabes mi nombre?.
- ¡ Oh, Oh, Oh!. Yo sé los nombres de todos los niños. Los tengo apuntados en un cuaderno. Sé que tú te has portado muy bién. Bueno Rosa, ahora tengo que volver a coger mis renos e ir a las casas de los demás niños, ellos también esperan sus regalos. ¡ Oh, Oh, Oh, Oh!. ¡ Felíz Navidad!
- Adios Papá Noél, ¡ Feliz Navidad, para tí también!. Gracias por mis regalos. ¿ Queréis que cantemos un Villancico?.
Camapanas sobre campanas y sobre campana una,
Asomate a la ventana, verás al niño en la cuna.
Belén, campanas de belén que los ángeles tocan que nuevas nos traéis.
Bueno, ahora me iré a dormir que tengo mucho sueño. ¡ Hasta la vista, chicos!.

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miércoles, 11 de julio de 2018

EL MUÑECO DE NIEVE Y CAROLINA LA NIÑA

Pero cuantos niños han venido a verme. ¿ Vosotros no tenéis frío?. Yo sí, no tengo un gorro ni bufanda. Seguro que vosotros si tenéis y claro iréis bien abrigaditos al cole. Yo soy un muñeco de nieve y me llamo Olaf. Como el de la película de Frozen.
Sabéis hoy estoy un poco triste, no tengo nada para abrigarme y encima está nevando.
- Anda mirad, allí viene una niña y bién abrigada con su gorro y su bufanda.
- ¡ Hola muñeco de nieve!. ¿ Por qué estás tan triste?
- ¡ Hola, niña!. Estoy triste porque no tengo gorro, ni bufanda para abrigarme un poco. Veo que tú si tienes.
- Sí, pero espera, puedo ir a mi casa a traerte el gorro y la bufanda. Si quieres claro.
- Muchas gracias, por cierto me llamo Olaf. ¿ Tú como te llamas?
- Mi nombre es Carolina y vivo en casa. Sabes a partir de ahora tu serás mi amigo y vendré a verte todos los días.
- Gracias Carolina, ahora vete a traerme eso que te he pedido.
Ella se fué a su casa para cogerle una bufanda y un gorro. Tardó un poco en llegar y Olaf el muñeco de nieve, decía:
- Dios mío, que frío tengo a ver si viene ya Carolina.
Después de un rato vino Carolina con lo que le había pedido.
- Muchas gracias, Carolina. ¿ Por qué no me lo ponéis entre todos?
- Yo me voy adios, Olaf.
- Adios Carolina y gracias por el Gorro y la bufanda. Gracias tambien a vosotros por ponérmelo.
Invierno, Invierno, Invierno,
Porque nos gustará,
Por la nieve blanca,
O por la Navidad,
El frío de invierno,
ya tiene solución,
El Gorro, los guantes y
la calefacción

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LAS AVENTURAS DE AMALIA, INÉS, SOFÍA, CLARA, ELISABETH, NATALIA, NICOLÁS Y AKELA EL LOBO FEROZ

Había una vez dos familias que se juntaron para pasar un fín de semana en una casa rural. Estába situada cerca de un enorme y frondoso bosque.
Todos los años se juntában para que los niños se viesen y disfrutasen todos juntos. Y ya de paso también lo hacían para descansar un poco.
Un día, a Amalia que era la mayor de todas se le ocurrió la idea de que podrían subir al bosque. Se lo comentó a sus hermanos y a sus amigas. Pero éstos no estában muy de acuerdo. Pues decían que tal vez sería un poco peligros.
Amalia era la hermana de Inés, Elisabeth y Nicolás. Ella seguía insistiendo y al final las otras accedieron a ir. 
Quería subir al bosque para hacer un picnic y pasar un rato agradable todas juntas. Total que se cogieron una cesta y metieron todo lo imprescindible para comer.
Una vez que salieron de casa, se dirigieron al bosque. Las dos mayores Amalia y Sofía, se cogieron a los más pequeños de la mano. Inés, Clara y Elisabeth íban detras de ellas, eran más prudentes y además tenían un poco de miedo.
Se adentrában cada vez más, más, más y más en el bosque.
De pronto, se pararon porque escucharon el aullido de una animal. Todas asustadas, le preguntaron a Amalia:
- Amalia, ¿ Qué animal es ese?. ¿ No será un Oso?.
- Tranquilos, chicos. No pasará nada. Será un pequeño animal y no nos hará nada.
Se empezó a oír los movimientos del animal entre la vegetación del bosque. De repente se dirigió hasta donde estában ellos y les comentó:
- ¡ Hola, niños!. No tengáis miedo, yo soy Akela y como véis soy un lobo. Pero, no me como a nadie, es más me gusta mucho jugar con los niños. ¿ Qué hacéis por aquí?. ¿ Os habéis perdido?
- Por favor, no te acerques a nosotros. No ves que estás asustando a los pequeños. Alejate, vete, por favor. Nosotros ya habíamos terminado de comer.
- Pero, os estoy diciendo que soy bueno. Os prometo que no os haré nada. No tengo amigos y mis hermanos los lobos se han ido y me han dejado abandonado y sólo.
- Está bién, te creeremos. Mi nombre es Amalia y estos son mis hermanos Inés, Elisabeth y Nicolás. Las otras son mis amigas Sofía, Clara y Natalia. Nos hemos subido aquí al bosque para comer y nos hemos alejado tanto que ahora no sabemos volver a la casa. Los pequeños están ya muy cansados para seguir y no sé como los vamos a bajar.
- No os preocupéis, yo os ayudaré a regresar a vuestra casa. Amalia, si tú me los subes a mis lomos, yo los llevaré encantado.
Ella los subió y Akela los guió hasta la casa. Cuándo por fín vieron la casa, los niños se dirigieron a ella. Pero antes, se despidieron de su amigo el lobo, Akela. Amalia, le agradeció mucho su ayuda y le comentó que al día siguiente volverían a subir al bosque para verlo.
El lobo se fué muy triste, porque les había cogido bastante cariño a los niños. Pero a la vez estába contento de haberlos ayudado a regresara a casa. El pobre volvía a quedarse otra vez solo, pero pensába en que al día siguiente los volvería a ver otra vez.
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domingo, 8 de julio de 2018

PERLA, FIFÍ Y BALOO

Había una vez, una perrita llamada Perla que iba caminando por el bosque lentamente. La pobre estába muy tristre porque no tenía amigas. De repente, oyó un maullido y se acercó al lugar. Era una linda gatita de color gris, de nombre Fifí. Al igual que Perla se encontrába sola. Sus amigas habían desaparecido, dejándola triste y abandonada.
Las dos juntas decidieron caminar por el solitario bosque, querían encontrar, Perla a sus dueños y Fifí a sus amigas. Se pararon bajo un frondoso árbol a descansar. Se quedaron profundamente dormidas.
Un gruñido muy fuerte, las despertó. Se asustaron e intentaron subir al árbol, pero no lo consiguieron. El gruñido procedía de un enorme Oso, que se acercó a las dos amigas asutadas.
El Oso les dijo:
- No temáis, no os voy ha hacer daño. Mi nombre es Baloo y soy un Oso muy bueno. No me como a nadie. Os lo digo en serio.
Baloo al igual que Perla y Fifí también estába solo. Decidió irse con ellas para ayudarlas. Con la ayuda de Baloo, Perla encontró por fín a sus dueños y Fifí a sus queridas amigas.
Ellas muy contentas se despidieron de su querido amigo Baloo, dándole las gracias por haberlas ayudado y le dijeron que otro día volverían para jugar con él.
Baloo volvió al bosque otra vez, se quedó triste porque volvía a estár solo otra vez. Pero contento porque había colaborado en la búsqueda. Pronto vería otra vez a sus queridas y buenas amigas. Las había cogido mucho cariño.
Colorín Colorete por la Chimenéa sale un Cohete.
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NUESTRO BUEN AMIGO EL SEMÁFORO

Mirad niños, hoy en este cuento tenemos a un personaje muy importante, es el Señor Semáforo. El nos dice cuándo tenemos que cruzar.
Pero hoy nuestro amigo está un poco triste, pues hay algunos niños que no le respetan y siempre hay que estár atentos al cruzar. Si no lo respetáis podéis sufrir un grave accidente.
Vamos ha hacerle una serie de preguntas al Señor Semáforo:
- Señor Semáforo, ¿ Cuántos colores tiene?
-Tengo dos colores, rojo y verde.
- Señor Semáforo, ¿ Cuál es el color que nos dice que se puede pasar?
- con el color que se puede pasar es el verde.
- Señor Semáforo, ¿ Se puede pasar en rojo?
-Nunca se puede pasar en rojo, os puede pillar un coche. Sólo pueden pasar en rojo los coches.
- Señor Semáforo, ¿ Y en verde?.
- En verde podéis pasar los niños, vuestros papás, vuestros hermanos, vuestras tías y vuestros abuelos. Decírselo a todos que solamente se puede pasar en verde y no en rojo.
Nuestro buen amigo el Señor Semáforo nos ha respondido amablemente a las preguntas que le hemos formulado. Ahora bién, ¿ Queréis que le cantémos una canción para que se la pase la Tristeza?. Todos respondieron que sí. Pues vamos a cantarle la canción En el Auto de Papá.
 El viajar es un placer
que nos suele suceder
en el auto de papá
nos iremos a pasear
Vamos de paseo, pi pi pi
en un auto nuevo, pi pi pi
pero no me importa, pi pi pi
porque llevo torta, pi pi pi
atención vamos a pasar por un túnel
por el túnel pasarás
la bocina tocarás
la canción del pi pi pi
la canción del pa pa pa
Vamos de paseo, pi pi pi
en un auto feo, pi pi pi
pero no me importa, pi pi pi
porque llevo torta, pi pi pi.
Mirad niños, que contento está ya se le pasó la tristeza, vamos a darle un fuerte aplauso de despedida y démosle las gracias por haber venido a darnos los consejos.
Los niños le aplaudieron y gritaron muy fuerte:
¡ Gracias Señor Semáforo!. ¡ Vuelve pronto, te queremos!
El Señor Semáforo les prometió volver muy pronto.
El Señor Semáforo se despidió de ellos, íba muy contento.
Colorín Colorado este cuento del Señor Semáforo se ha acabado.
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viernes, 6 de julio de 2018

LA HABITACIÓN DESORDENADA DE NICO

Nico era un niño inquieto y juguetón. Sus padres le habían preparado una bonita habitación: Al lado de la cama tenía un armario con muchos cajones para guardar su ropa de vestir. También le habían colocado una amplia estanteria para poner sus libros y juguetes, y un pequeño zapatero para colocar sus zapatos. Su mamá le había puesto un letrero en la puerta de su habitación que decía: " Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa".
Pero Nico era muy desordenado: Lo mismo tiraba los juguetes encima de la cama, que ponía los zapatos en los cajones, los calcetines debajo de la almohada o el pijama encima de la alfombra de la habitación. Su mamá siempre tenía que ir detrás de él recordándole: " Cada cosa en su sitio". Pero a Nico no le acababa de entrar eso en la cabeza.
Una noche, toda la ropa de vestir, los juguetes, los zapatos, los libros, habitantes de esa ciudad llamada " Habitación de Nico". Se pusieron de acuerdo para darle una lección a Nico. Dijeron: Jugaremos al escondite. Cada uno se escondió donde pudo y donde le pareció bién para que Nico no diera con ellos.
A la mañana siguiente, cuando se levantó lleno de sueño para ir al colegio y se fué a poner las zapatillas de andar por casa, sólo se encontró con el suelo frío mientras saltába sin saber donde poner los pies, se oía una carcajada desde el fondo del armario al tiempo que se oía: " Cada cosa en su sitio".
Enfadado Nico abrió el armario para coger los pantalones, pero en lugar de éstos se habían escondido los libros. No había manera de encontrar los pantalones: Metía las manos en un cajón y salían calcetines sucios riéndose mientras repetían: " Nico, desordenado: Cada cosa en su sitio".
El pobre Nico estába asustado pues no sabía de donde salía esa voz, pero, el seguía empeñado en buscar pantalones. Abrió otro cajón del armario y salían camisetas sucias riéndose mientras repetían: " Nico, desordenado: Cada cosa en su sitio". El pensába: ¿ Dónde habré puesto mis pantalones?. Como siga así voy a llegar tarde al colegio y la profesora me reñirá. Metió las manos en el último cajón y salían zapatos muy sucios riéndose mientras decían: " Nico, desordenado: Cada cosa en su sitio".
Nico miró debajo de la almohada y ahí estában sus pantalones, ahora le faltában los calcetines y los zapatos. Se encontraba enfurecido, Nico abrió el zapatero para coger los zapatos, pero en lugar de éstos se habían escondido los juguetes. No había forma de encontrar los zapatos: Metía la mano debajo del zapatero y salían coches de juguete riéndose mientras le repetían: " Nico, desordenado: Cada cosa en su sitio". Nico volvió otra vez a mirar en uno de los cajones del armario y por fín, encontró los calcetines, pero, los zapatos seguían sin aparecer.
Nico se subió a una silla y miró a ver si estában los zapatos encima de la estantería y allí estában. Se los puso rápidamente, pero cuando llegó al colegio ya era demasiado tarde y encima se llevó una gran regañina de la profesora. Pero, al final de todo Nico aprendió la buena lección: " Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa".


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LA PRINCESA ESPACIAL

¡ Hola, niños!. Me voy a presentar, mi nombre es Sara y como véis soy una princesa que vivo en la luna.
Mis papás, son los reyes de un  importante Laboratorio, un día me dijeron:
- Mañana será tú primer día de colegio, Princesa.
- Yo no quiero ir al colegio, soy muy feliz aquí en casa.
- Pero tienes que aprender muchas cosas, por ejemplo a leer. ¿ Es que no te gustan los cuentos?. Dijeron ellos.
- Me encantan. Pero ya tengo ordenadores que me los leen...
- Pues tendrás que estudiar para llegar a ser la reina de nuestro Laboratorio. Insistieron mis papás.
- No quiero ir al colegio. Allí no conozco a nadie, no tendré amigos...
Mis papás que no soportan verme triste, no sabían que hacer.
Hasta que al Rey se le ocurrió una solución:
- Nuestros científicos han inventado unas inyecciones maravillosas. Con cuatro, se aprende a sumar, con veinte, a leer. Mañana ordenaré que te pongan las seis primeras.
- Si, sí, papá, así no tendré que ir al colegio.
Cada mañana, me iba al Laboratorio, donde me ponían seis inyecciones. Y, con cada una de ellas aprendía lo mismo que yendo toda una semana al colegio.
Pero, al cabo de unos días, se me quedó el culo hecho polvo.
- No quiero que me pongan más inyecciones.
- Pero si son estupendas. Eres la Princesa más lista de la Luna. Decía mi mamá, muy orgullosa. Ninguna otra reina tiene un hijo que sepa tanto como tú.
Y era verdad, me volví ca vez más lista y mi papá mandába que me pusieran más inyecciones cada vez más grandes.
Una tarde me encontré en el parque a mi amigo el Principe Ernesto, era el hijo del Rey de los Ordenadores.
Y es que, en el año dos mil y pico, todo el mundo es reina, rey, princesa o principe.
- ¿ Por qué no te tiras por el tobogán, Sara?
- Porque me duele el culete. Hoy me han puesto ocho inyecciones.
-¿ Para qué?
- Para aprender sin tener que ir al colegio
- Pues yo prefiero ir al colegio.
- ¿ De verdad?. ¿Qué haces allí?
- Aprendo, dibujo, juego. Tengo un montón de amigos nuevos y me divierto más que en casa. Los padres casi nunca tienen tiempo de jugar, pero los amigos sí. Me explicó Ernesto.
Nada más llegar a casa, les dije a mis padres:
- Quiero ir al colegio, por favor.
- No, no, nos aburriremos mucho sin tí. Quedate con nosotros. Los Reyes se echaron a llorar aunque de mentirijillas. Por fín consiguieron que fuese al colegio.
- Sois unos papás muy mimados.
Al día siguiente, fuí al colegio. Allí estában todos los principes y princesas de la Luna, y enseguida hice un montón de amigos.
Ahora, una vez terminada mi historia. ¿Queréis que cantemos una canción?. Vamos a cantar una canción que creo que todo el mundo os lo sabéis, me tenéis que ayudar un poquito ¿ Vale?.
Pues es la de la Serpiente:
Cuenta la historia que del monte baja una serpiente,
para buscar en la llanura la cola que perdió,
¿Has sido tú?. ¿ He sido yo?
¿ Un pedazín?. ¿ Un pedazín?
De mi colíííín.
Este cuento es de Elvira Menendez

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MARIA, INÉS, DIANA Y EL ÁRBOL TRISTE SIN HOJAS

¡ Hola, niños!. ¿ Qué hacéis por aquí?. ¿ Os habéis perdido?. Seguro que habéis venido para escuchar nuestra historia. ¿ Verdad?. Mi nombre es Maria y soy una niña muy buena y me gusta ir al bosque o a los parques para ver los árboles, las hojas caidas de los árboles, etc. ¿ A vosotros os gusta ir al parque o al bosque a coger hojas de los árboles?.
Pero que boba estoy, si no os he presentado a mis amigas Inés y Diana. Esperad un momento voy a buscarlas, o mejor aún porqué no las llamamos.
- Venga, todos juntos 1, 2 y 3. Inéééésssss, Dianaaaaaa, Inéééésssss, Dianaaaaaa. Salid, os estamos esperando.
- Hola, María, estába jugando en mi habitación. Yo soy Inés y soy muy amiga de María.Pero, ¿ Dónde está Diana?
- Inés, pero, ¿ Diana no venía contigo?. Vamos a llamarla otra vez, a saber lo que está haciendo. Dianaaaaaaa, Dianaaaaaaaaaa.
- Ya estoy aquí, perdonad es que estába guardando mis juguetes. Qué guapos estos niños, hola a todos. Bueno María, ¿ Les contamos nuestra historia?
- Si claro a eso iba, os estába esperando para contarlo. Como sabéis estamos en otoño y en otoño.
¿Qué les pasa a los árboles?. A ver si sabéis decirmelo. Muy bién, se les caén las hojas.
Íbamos un día mis amigas y yo por el bosque. Había muchos árboles con sus hojas caídas en el suelo, pero había uno en especial que estába muy triste.
- ¿ Qué te pasa señor árbol?. ¿ Por qué estás triste?.
- Es porque no tengo hojas. Mira donde están mis hojas, en el suelo. Inés, Diana y yo te vamos a ayudar. Volveremos a colocarte otra vez las hojas en tus ramas.
- No váis a poder son muchas hojas para colocármelas y necesitáis ayuda.
- Tranquilo, estos niños nos ayudarán. ¿Verdad que sí?.
Ves, ya las hemos vuelto a colocar. Ahora estás más contento. Pero agarralas fuerte que no se las lleve el viento cuando sople.
Ahora, te cantaremos tu canción del otoño:
El otoño ya llegó con su Gorro y su Bufanda
Y va diciendo a las hojas que del árbol ya se caigan
y las hojas, bailan que te bailan
y las hojas, bailan que te bailan
y el suelo besarás


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jueves, 5 de julio de 2018

MARTA VICENTE LA PIRATA MÁS VALIENTE

¡ Buenos días, Chicos!. ¿ Sabéis quién soy?. Qué os pasa, os veo dormidos. Claro está con este calor que hace no me extraña. Ya que no lo sabéis, os diré quién soy. Soy Marta Vicente, la Pirata más Valiente y ahora os contaré lo que nos pasó  a mi tripulación y a mí.
Navegabámos tranquilamente en nuestro barco de piratas. Cuando de pronto nos cayó una tormenta y las olas estában muy agitadas. Les comenté a mis compañeros:
- Arriar las velas, todos a proa. Vamos, no os entretengáis. 
Uno de mis tripulantes me dijo:
- Mi Capitana, a lo lejos veo un enorme tiburón.
- Déjame el catalejo para ver si está cerca o lejos. Todavía esta lejos. Iremos hasta esa Isla y miraremos  a ver si hay algún tesoro escondido.
- Mi capitana, el tiburón se nos está acercando más.
- No os preocupéis, aquí le estoy esperando. No podrá con nosotros. 
El tiburón se acercó más, más, más y más. Hasta que llegó a golpearnos el barco y mi tripulación y yo caímos al agua. Cuando estábamos en el agua, el tiburón empezó a dar vueltas alrededor nuestro. Mis tripulantes gritában y gritában, nadában y nadában. Yo como era su capitana les tranquilizaba diciéndoles:
- Tranquilos, nadar hacia la Isla. No os pareis, ni miréis hacia atrás. Yo me enfrentaré a ese tiburón. Ven tiburón, no te tengo miedo. Deja que mis compañeros se vayan.
- Mi capitana, venga con nosotros. No se quede ahí este animal la va a matar.
- Seguid nadando, vamos que os vea yo. Acercate, venga. Que quieres, matarme, pues no lo conseguirás.
Sabéis que pasó después, que él se aljó de mí y no conseguí matarle. Pero mis tripulantes y yo por fín llegamos a la Isla.
Empezamos a buscar el tesoro lo encontramos. Ahí estába un baúl llena de joyas y monedas de oro. Que contentos estábamos, eramos ricos.
Al final pudimos recuperar otra vez nuestro barco y volvimos con nuestro tesoro a casa  en él.
Colorín Colorete por la Chimenéa sale un Cohete



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LAS A VENTURAS DE LAS HADAS FAUNA, PRIMAVERA Y FLORA

¡ Hola, chicos!. Bienvenidos al cuento de las Hadas. Mi nombre es Fauna y soy una de las hadas que protegió a la Bella Durmiente. ¿ Conocéis éste cuento?. Pobrecita se pinchó con una rueca. ¿ Sabéis que es una Rueca?. Es una maquina de hacer hilo.
Pues bién, he venido con mis hermanas Flora y Primavera, pero, ¿ Dónde están?. Esperad chicos, voy a buscarlas.
- Flora, Primavera. ¿ Dónde estáis?. Vamos, salid que nos están esperando los niños para contarles esa historia que nos pasó el otro día.
- Fauna hermana, no nos dejas terminar de decorar y de poner adornos para el cumpleaños de nuestra amiga campanilla.
- Ya lo haréis después. Venga, salid ya que nos están esperando, rapido.
- Está bien Fauna, ya vamos. Por fín estamos ya aquí. Perdonad por el retraso, es que estábamos entretenidas. Buenas tardes, chicos. ¿ Estáis todos bien?. Pues, empecemos ya.
Ibamos volando mis hermanas y yo cuando de pronto por el lago vimos una cestita. Nos acercamos para ver lo que contenía y oímos los llantos de un bebe. La sacamos de allí como pudimos y nos la llevamos a casa. La mantuvimos calentita porque llevaba toda la noche en el lago y había hecho mucho frío. La pobre no paraba de llorar y nosotras no sabíamos lo que le pasaba. Preparamos una botella con agua, pero se lo dimos y no la quería.
- No quiere nada esta niña. Primavera, Flora, ¿ Qué vamos ha hacer con ella?. No tenemos ni idea de cuidar niños.
- Tranquila, Fauna. Espera que pensemos, a ver que es lo que toman los bebes. ¿ Vosotros lo sabéis?. Nosotras somos hadas y no tenemos ni idea. Fauna, estos niños nos dicen que los bebés toman leche en un biberon.
- Está bién, cogeremos una botella y echaremos leche. Creo que necesitaremos una especie de tetina para que chupe. Sé como hacerle la tetina con un trozo de globo que tenemos por aquí. Véis, ya está hecho. Vamos a dárselo a ver si le gusta. Primavera, Flora, lo ha tomado todo.
- Fauna, ¿ Podémos quedárnosla?. Nosotras la cuidaríamos bién.
- Lo he estado pensando y la voy a llevar al orfanato. No tenemos idea de cuidar niños. Lo siento, chicas, a mí también me da pena. 
- Primavera, Fauna tiene razón. No podríamos cuidarla bién y ella necesita una familia que la quiera tanto como la queremos nosotros. No te preocupes, algún día la veremos. Eso te lo aseguro.
Con mucha pena se la llevaron al orfanato y allí la cuidaron de maravilla. Hasta que un día, una familia apareció por allí para adoptarla. Cuando se hizo un poco más mayor mis hermanas y yo la vimos.
Era una niña encantadora, lista y muy bella. Estába muy bién cuidada y se notaba que estába feliz, pues iba cantando.
Nos acercamos a ella y la saludamos. Su nombre era Lourdes y cantába canciones que su familia le habían enseñado. Tenía una bonita voz, muy dulce.
Le preguntamos:
- ¿ Nos recuerdas?
- No, ¿ Cómo os llamáis?
- Mi nombre es Fauna, Estas son mis hermanas Primavera y Flora. Nosotras te hemos sacado del río cuando eras un bebé. Estábas metida en una cesta y como no sabíamos cuidarte te llevamos a un Orfanato. Lo sentimos mucho.
- No pasa nada. ¿ Sabéis por qué?. Porque gracias a vosotras tengo una madre y un padre que me quieren y se preocupan por mí. Vosotras seréis mis hadas.
- Claro, pequeña. Nosotras siempre estaremos ahí para cuando nos necesites. ¿ Vale?. Estaremos vigilandote por si te pasa algo.
- Gracias por todo. Fauna, Primavera y Flora, os quiero mucho. Ahora tengo que irme. ¿Vale?.
Taanto las tres hadas como la niña se fueron cada una a su sitio. Las Hadas la vigilában de día y de noche. Siempre pendientes de  ella, se lo habían prometido y la pequeña seguía siendo feliz.


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miércoles, 4 de julio de 2018

EL MALABARISTA INTREPIDO Y ARLEKIN EL MIMO ALEGRE

¡ Bienvenidos, chicos!. Mi nombre es Intrepido y soy malabarista. ¿ Sabéis que es un Malabarista?. Es una persona que logra entretener a la gente realizando una serie de juegos en los que se lanzan objetos al aire y los recoge con mucha habilida. 
Pero que bobo soy si no os he presentado a mi amigo el mimo Arlekin. 
- Arlekin, saluda a estos niños. ¿ Sabéis  por qué os saluda con las manos?. Porque los mimos solo utilizan los gestos y no hablan. Es muy simpático y le gustan mucho los niños.
Ya que estáis aquí os haré un juego de malabares con dos pelotas. ¿Queréis?. Pero que te pasa Arlekin, no me empujes. No te entiendo, dilo más despacio. Me comenta que quiere actúar el primero.
Escucha, haré yo primero los malabares con las dos pelotas y luego actúas tú. ¿ Quieres?.
Venga, empezemos, lo que hacemos primero es lanzar una pelota pequeña de la mano derecha a la izquierda sin que se nos caiga. Ahora,  cogemos las dos y una en cada mano. La que está en la mano izquierda la lanzamos y la enviamos a la mano derecha. La que está en esta mano la mandamos a la otra. ¡ Oye, Alekin!, me has empujado y se me han caido al suelo. Eres muy gracioso, que pasa
¿ Quieres hacerlo tú?. Venga chicos, vamos animarle para que lo haga.
- No te atreves a hacerlo. ¿Verdad?. Anda, ves que bien lo haces. Ja, Ja, Ja, a tí se te caen, porque tú no eres malabarista como yo. Lo haré yo primero y tú te vas fijando para después hacerlo. ¿ Quieres?.
- Muy bién, comencemos. Lanzo la pelota que tengo en la mano derecha a la izquierda y la que tengo en la mano izquierda hacia la derecha. ¿ Ves, que bién lo hago?. ¿ No quieres que siga haciéndolo?. Espera, cuéntamelo más despacio. Te entiendo, ya sé lo que quieres. Quieres actúar tú es eso.
¿Verdad?. Niños y niñas, démosle un gran aplauso al gran mimo Arlekin.
- ¿ Sabéis lo qué está haciendo?. Es como si estuviese metido en una caja o en una casa llena de paredes. Perfecto, Arlekin. Ahora, ¿ Por qué estás enfadado?. Me comenta que por favor no le piséis la cuerda que está intentando tirar de ella y no puede.
Osea, que separaros un poco, retiraros para atras. Así esta bién chicos, os está dando las gracias. Os pide que tiréis de la cuerda con fuerza.
Dice que contará hasta 3 y comenzaréis a tirar con todas las ganas. No te entiendo les dices que no la pisen y ahora que cojan la cuerda con todas sus fuerzas. Yo creo que estos chicos te van a ganar. Como que no, si ellos son un montón. ¿ Que vas a ganar tú?. Venga, demuéstralo.
El mimo tiró con todas sus fuerzas de la cuerda y. ¿ Sabéis lo que pasó?. Que al final él tenía razón. Les ganó y pidió muchos aplausos. Arlekín estába muy contento y les dió a los niños que estában presentes unos regalitos, al igual que el malabarista Intrepido que les regaló una pelotitas para que se iniciasen ellos en el malabarismo.

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lunes, 2 de julio de 2018

LAS AVENTURAS DE PAMELA Y JOHNN

Era verano, hacía mucho calor y los niños ya habían cogido vacaciones. disfrutában del parque, del campo y de los animales.
En una de las casas que había en el campo vivían una familia con dos niñas llamadas Pamela, era una niña muy guapa y valiente. Había nacido con un problema en la pierna y le habían operado varias veces. Nunca se quejaba, ni lloraba. Tenía otra hermana más pequeña llamada Ana. Pamela tenía 7 años y su hermana 3. Siempre estában las dos jugando al pilla pilla o al escondite.
Cerca de su casa, vivían otra familia que tenían dos niños. Uno era Johnn que era el mayor y tenía 8 años y el otro Tom que tenía 4. Este era el más pequeño.
Un día Johnn estába con su hermano jugando en el campo. Mientras que Pamela y su hermana estában cogiendo flores. Johnn vió a Pamela y le preguntó:
- ¡ Hola!. ¿ Cómo te llamas?. Nosotros somos Johnn y él es mi hermano Tom. ¿ Qué te pasa en la pierna?.
- Mi nombre es Pamela y ella es mi hermana Ana. Tengo un problema desde nacimiento y me han operado muchas veces. Pero sin exito. ¿ Qué edades tenéis?. Yo tengo 7 años y mi hermana 3.
- Yo tengo 8 años y mi hermano 4. Vivímos en aquella casa. ¿ Y Vosotras?
- Nosotras vivimos allí abajo en la casa que está pegada a los establos. Bueno, ahora nos tenemos que ir.
- Esperad, os acompañamos. Así veremos tu casa. ¿ Vale?.
- Está bién, gracias. La verdad que así vamos hablando.
Cuando llegaron a la casa de Pamela. Ella les pidió que entrasen porque quería presentarles a sus padres.
La madre les comentó:
- ¿ Queréis un vaso de leche o un vaso de agua?
- Preferimos un vaso de leche, si no es mucha molestia.
- Os lo prepararé encantada. Pamela, Ana. ¿ Me ayudáis?
- Si claro, mamá. Ya vamos.
La madre les preparó lo que la habían pedido con unas galletas.
La verdad que Johnn y Tom eran un encanto de niños.
Esa misma tarde se fueron a jugar a un lugar al que a Johnn le gustába mucho ir. Era un lugar que él conocía. Johnn ayudába a Pamela, a su hermano y a Ana.
- Pamela, dame la mano, el suelo está mojado y resbala. Dale la mano a tu hermana. No te preocupes. ¿Vale?.
- Está bién, tengo miedo por mi hermana y tu hermano.
- Tranquila, no les pasará nada. Ana, ¿Te cojo en brazos?
- No gracias, soy mayor. ¿ Verdad Pamela?
- Si, pero agarrame fuerte la mano y no me sueltes.
- Ya casi estamos chicos. Nos queda muy poco para llegar.
Por fín llegaron al sitio más bonito que nunca, Pamela y Ana habían visto. Se veía un lago inmenso con abundante agua.
Ellas se quedaron con la boca abierta era muy bonito todo lo qué veían.
- Bueno ahora tenemos que regresar. Ya va siendo un poco tarde.
- Eso vamonos, nuestras madres se van a preocupar. Vamoos Ana, dame la mano para bajar y tú también Tom.
Una vez que bajaron se despidieron y se fueron cada uno de ellos a sus casas.

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LA PAYASA ESTRELLITA PREPARA SU DESAYUNO

¡ Hola Chicos!. Me alegro mucho de que hayáis podido venir a verme. Estoy tan contenta de veros otra vez.
¿Cómo te llamas tú?. Encantada de conocerte. Yo soy la Payasa Estrellita y ahora mismo me iré a preparar el desayuno. Pero, estoy viendo que mi mamá ya me ha puesto mi leche con colacao. Estoy pensando que algo me falta y no sé que es. ¿ Vosotros lo sabéis?. Ya sé la cuchara, iré a mirar a ver si está en este cajón. ¡ OH!. ¿ Pero qué tenemos aquí?. Si es un pequeño y gracioso ratoncillo. ¿ Queréis que le cantemos una canción?. Pero me tenéis que ayudar ¿Vale?.
Ratón que te pilla el gato,
Ratón que te va a pillar,
Si no te pilla esta noche,
Mañana te pillará.
Yo venía a buscar algo al cajón y no recuerdo que era. Ya sé, una cuchara para mi leche con colacao. Pero sigo sin encontrarla. ¿ La tenéis vosotros?. La necesito chicos, ayudadme a buscarla, por favor. Miraré detras de vosotros para ver si me la habéis escondido. No, tu no la tienes. Tu te estás riendo, no me la habrás escondido tú ¿ Verdad?. Pues tampoco. Mirare otra vez en el cajón a ver si aparece, a lo mejor no he mirado bien.
Por fín, la encontré, que escondida estába. A lo mejor como estába el ratón ahí me lo puso para atrás y lo encontrába. Qué bién ya puedo desayunar. 
- Ummmmmmmmmmmmmmmm, que rica que está. Me gusta mucho la leche con galletas.
Bueno, yo la Payasita Estrellita me despido con muchos besos y os llevaré siempre en mi corazón


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LA PAYASA ETRELLITA ESTÁ TRISTE

Buenas tardes, chicos, gracias por haber venido a verme. ¿ Cómo te llamas?. Encantada, mi nombre es la Payasa Estrellita. ¡ Ay, mamá !, que me ha quitado mi mano derecha, sniff, sniff. Si tengo que hacer la comida o limpiar la cocina no sé si podré. Espera a ver, si lo que me has quitado es mi guante, que susto, te iba a decir que me la pusieses otra vez.
Tú, ¿ cómo te llamas?. ¿ Cómo?. Chicos, ¿Sabéis como se llama?. Se llama Jose, como que no, si me lo acabas de decir. Entonces eres Mario, tampoco, me estás confundiendo. Bueno de todas formas, me alegro de conocerte a tí también. Ahora me ha quitado mi mano izquierda, devuelvemela por favor. ¡ Anda!. Si está aquí, pero me falta algo y no sé que es. A sí, mi guante, me lo puedes poner, es que esta mano me dice que tiene mucho frío. Muchas gracias, Mario, no recuerdo tu nombre.
Hoy estoy triste, esta mañana mi mamá me despertó y yo no tenía muchas ganas. Estába tan agusto en la cama, tan calentita. Me comentó que tenía que prepararme para la función de esta tarde. Le dije:
- Esta bién mama, vete preparandome el desayuno. Mientras me iré vistiendo.
Al ir a la cocina ya tenía mi taza de leche calentita pero sin galletas. 
- Quiero mi galletas con dibujos. ¿ a vosotros tambien os gustan?. Están riquiiiiiiiisiiiiiiiiiimasssssss y más las que tienen dibujos.
Fuí a cogerlas al armario, donde mamá las tenía y me asusté mucho porque había un ratón. Cogí la escoba y comencé a sacarlo para afuera. Que bién lo eché a la calle.
Mi mamá oyó mis gritos
-¿ Qué pasa Payasa Estrellita?. ¿ Porqué gritábas?
- Fuí a coger mis galletas y me encontré con un ratón. Le dí con la escoba y lo saqué afuera. Mamá, voy a coger a mi conejo Blanquito. Lo llevaré a la actuación. ¿ Pero qué te pasa Blanquito?. Come un poquito, venga.
- A ver Payasita. ¿ Qué le pasa a este pequeño conejito?. Toma una zanahoria, no la quieres. Tenemos que llevarle a que le miren bien, no sea que tenga algo serio.
- Lo llevaré a un señor de esos que trata a los animales. ¿ Sabéis como se llama?. No recuerdo ahora, ummm. Eson es, un veterinario.
Lo miró pero vió que no le pasaba nada, el decía que eso es normal.
Aquí lo he traido, a ver si se espabila con vosotros. ¿ Queréis cogerlo un poco?. No muerde, es muy tranquilo. ¿ Verdad  Blanquito?. Se lo dejaré a esta preciosidad de niña que está aquí. Cuidalo bien, que no se vaya. ¿ Vale?.
Ahora, ya no estoy triste, veo que mi conejito se ha recuperado y es que vosotros le habéis dado esa fuerza y esa alegría que tenéis. Blanquito se ha curado gracias a vuestros cuidados.
Muchas gracias, chicos me habéis hecho muy feliz.
Yo, la Payasita Estrellita me despido con muchos besos y allí donde estéis siempre os llevaré en mi corazón.


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domingo, 1 de julio de 2018

LA GRANJERA MARIETA Y SUS ANIMALES DE LA GRANJA. LA MARIQUITA LUPITA Y SU PEQUEÑA RITA

¡ Bienvenidos, chicos!. Vengo de una Granja que está a las afueras de Salamanca. ¿ Sabéis que es una Granja?. Muy bién, es donde viven los animales. Pues como véis yo soy la Granjera Marieta. ¿Sabéis que es una Granjera?. Os lo explicaré, es la que se encarga de darles de comer, de limpiarlos, lavarlos, de cuidarlos. Pues hoy, he traido algunos animales, os lo voy a ir sacando uno a uno y me váis a ir diciendo que animal es cada uno ¿Vale?. A ver chicos, este que tengo en la mano. ¿Que animal es?. Pero que listos que sois, si señor es un conejo y su nombre es blanquito. Esta que tengo en mi mano es la señora oveja, tenemos un perro, un poni, una vaca, un cerdo y un carnero. También he traido a la Señora Gallina en su nido con sus cuatro pollitos. Os contaré el cuento de la Señora Gallina y sus traviesos pollitos. 
Había una vez una  Gallina que se iba con su cestita a comprar comida para sus cuatro pollitos. Los dejaba totalmente dormidos en su nido. Cuando su mamá se había ido, uno de los pollitos se despertó llamandola. Pero como vió que no estába, despertó a sus hermanos, que todavía seguían dormidos. Uno de ellos le comentába:
- Joooo, con el sueño que tengo, vas y me despiertas. ¿ Que es lo que quieres?.
- Es que veo que mamá no está y he pensado que al no estar podríamos ir a dar una vuelta.
Despertó tambien a los otros dos pollitos y salieron a caminar.
Uno se fué por el camino de la derecha, el otro por el camino de la izquierda, otro se quedó debajo de un árbol y el último se fué de frente. 
Cuándo la Señora Gallina regresó a casa y vió que no estában sus pollitos en casa. Se llevó un disgusto muy grande y decía:
- Mis pollitos, ¿ Dónde estarán mis pollitos?. Saldré a buscarlos, pero aquí hay varios caminos a ver que piense. Iré primero por el camino de la derecha, encontré al primero. Lo llevaré al nido y luego iré a buscar a los otros. 
Volvió a ir por los otros caminos hasta encontrar a los otros tres pollitos. Los dejó en el nido y se quedaron otra vez dormidos. Los cuatro pollitos nunca más se volvieron a escapar.
Les cantámos la canción de los Pollitos. Venga chicos, ayudadme:
Los pollitos dicen pío, pío, pio,
Cuando tiene hambre, cuando tienen frío
La Gallina busca el maíz y el Trigo
Les da la comida y les presta abrigo
Bajo sus dos alas acurrucaditos
Duermen los pollitos hasta el otro día
Había una vez una Mariquita llamada Lupita que había perdido a su pequeña Rita. Fué buscándola por todo el bosque y les iba preguntándoles a todos los animales que si la habían visto. Los animales no la habían visto por ningún sitio. La pobre Lupita la buscába por un sitio y por otro y por otro. Pero nada, Rita seguía sin aparecer. Hasta que por fín, después de un rato la vió. ¿Sabéis donde estába escondida?. Detrás de unos árboles. Lupita se enfadó mucho con ella diciendole:
- No vuelvas a irte sin mi permiso. ¿Vale?. No veas el susto que me he llevado al ver que no estábas en casa.
- Perdona mamá, es que quería ir a ver el campo. Es tan bonito. No me volveré a ir sin decirtelo.
Lupita le perdonó lo que había hecho y se la llevó a casa. Cada vez que Rita quería salir, se lo preguntába a su madre. Esta vez, si aprendió la lección y nunca más volvió a escaparse.
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