domingo, 6 de octubre de 2019

LA BRUJA CORUJA, LA BRUJA ÚRSULA Y LA ARAÑA TANEA

En una misteriosa y tétrica casa, vivían dos brujas. Sus nombres eran: La bruja Coruja y Úrsula.
En esa casa , siempre se estaban haciendo pócimas de distintos sabores y de distintas clases. Sus escobas las tenían bien guardadas, pues de vez en cuando solía ir una malvada bruja llamada brujilda.
Siempre que iba cogía la escoba de la brujita Úrsula y ésta se enfadaba mucho.
Un día, cuando hicieron la pócima, se oyó el saludo de un animalito muy pequeño. ¿ Sabéis que animal era?.
No era una pulga, tampoco era un saltamontes. Os daré una pista, es un animalito que suele hacer una tela para atrapar a su presa.
Muy bién, lo habéis acertado era una araña, pero que listos sois todos.
Pues esta araña, saludaba a las dos brujas. Ellas miraban hacia arriba y no veían nada.
- Que raro, yo no veo a nadie por aquí y tú Bruja Úrsula ¿ Ves a alguien?.
- Pues tampoco. Anda mira, no será este ratón de aquí. Lo echarémos a la pócima, que estará muy sabrosa.
La bruja Úrsula, sin más metió al pobre animal dentro. Pero la señora araña  seguía salundándolas y molestándolas.
Las dos brujas se pensában que era una mosca que estaba revoloteando por encima de sus cabezas. Intentaron matarla, pero no había forma de pillarla. Al final, la bruja Úrsula agarró fuertemente su escoba y ¡ ZAS!, cazó la mosca. También la metió en la pócima.
- Con estos ingredientes nuestro brebaje estará muy rico. Que bien huele, ummmmm. Comentaban las brujas.
La araña que estaba haciendose su tela de araña, se reía mucho de ellas. Pues no había forma de que la viesen.
Hasta que de pronto, la bruja Úrsula miró hacia arriba y vió una enorme araña, que estaba en el techo tan tranquila.
La señora araña las decía:
- Ya era hora de que me viéseis. Anda que llevo un buen rato saludandoos y nada. Me da que además de estar un poquito sordas, estáis ciegas y necesitáis gafas.
- Pero bueno, de que vas. Nosotras estamos muy bien de todo. De vista, de oido y de cuerpo entero. Lo que pasa que como estabas allí arriba pues no se te veía bien. Además estábamos concentradas con nuestro brebaje.
Cuando estaban hablando la brujas con ella, comenzó a tronar muy fuerte y de pronto algo golpeó la puerta de la entrada de la casa.
La bruja Coruja, fué a ver lo que había pasado y allí no había nadie. Cerro y se volvió para terminar lo que estaban haciendo.
Pero otra vez se golpeó esa dichosa puerta.
Ahora la que fué a abrir fué la bruja Úrsula. Nada, que seguíamos en las mismas.
¿ Pero qué estába pasando?.¿ Quién sería el que golpeaba la puerta?.
Las dos brujas ya estában con miedo, incluida Tanea la araña. Era una noche tenebrosa y llovía y tronaba con tal fuerza que en la casa retumbaba todo.
Las ventanas no estaban bien cerradas, entraba todo el agua para dentro.
Volvió a golpearse la puerta y esta vez no golpeaba una vez, sino varias veces.
Esta vez fueron las dos brujas juntas para abrirlas y ¿ Sabéis quién era?.
Era un pequeño y encantador gatito que se había perdido, estaba asustado a causa de la tormenta y no encontrába ningún sitio para resguardarse. Por eso fué a parar a esa casa, pero vió que eran dos malvadas brujas y no se atrevía a entrar.
La bruja Úrsula lo cogió con mucho cariño, lo metió y le dió un poco de leche. Lo secaron para que no cogiese frío.Él estaba tan agusto, vió que también había una araña y estaba con un poco de miedo.
Ellas le comentaron que la araña no le iba ha hacer nada. Que ella era muy buena, que no iba a picarle. El gato se quedó más tranquilo cuando le dijeron eso.
Fué una noche muy ajetreada, de mucho miedo. Pero todo pasó y la tranquilidad volvió a la casa.
El gatito se quedó a vivir con ellas y todos juntos se pasaron muy bien.
Después de una noche de mucho pánico, todo acabó en un susto.

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