¡Hola, Chicos!. Seguro que os acordaréis de mí, para los que no me hayan visto nunca, me presentaré. Mi nombre es Coruja. Hoy vengo muy bien acompañada, ha venido una buena amiga. Un momento, no hagáis ruido, voy a buscarla y cuando venga, la aplaudís muy fuerte. ¿ Vale?.
Pero que pasa, ¡ Hala!. ¡ No está en la maleta!. Siento deciros, niños y niñas que mi querida amiga, no ha podido venir. Que raro, no se me habrá escapado otra vez, tener cuidado no sea que esté detras de alguno de vosotros mirad bien y si está me la traeis. Creo que ya la oigo moverse. Pero bueno, si estás aquí, Tina. ¿ Dónde estabas?. ¿ Qué dices?. Más despacio, que no hay nadie que te entienda.
Me comenta que estába atrapada y que por eso no podía salir. ¡ Niños y niñas con todos vosotros la bella serpiente de Colores!. Su nombre es Tina. ¿ Véis que colores tan bonitos tiene?.
Pero hoy te noto un poco triste. ¿ Qué te pasa?.¿ Te ha pasado algo en el colegio?. Dimelo, a lo mejor te puedo ayudar si quieres.
Me cuenta que estaba ella tan tranquilamente arrastrandose por el suelo cuando de pronto se acercó un enorme elefante y le quiso quitar uno de sus colores. Pero ella, como es tan valiente, se defendió de él. Cuando el señor elefante se fué, apareció un feroz león. Se acercó a Tina para ver los colores que tenía y al igual que el elefante, deseaba tener uno de esos animados colores. Pero ella se dió cuenta y escapo de ese malvado y feroz animal.
La serpiente se preguntaba:
- Pero,¿ Qué esta pasando que todos los animales quieren quitarme mis colores?. ya sé, seguro que les gusto mucho y me tienen envidia porque ellos no tienen unos colores tan vivos como los míos.
En ese momento que estába diciendo eso, llegó un lindo y encantador conejo y le comentó:
- ¡ Hola, Señora Serpiente!. ¿ Cómo está usted?. La veo muy guapa y está llena de diferentes colores que llama mucho la atención de cada uno de nosotros.
- Gracias, Señor conejo. Es usted todo un galán. ¿ Qué hace por aquí?. ¿ A dónde va?.
- Iba a casa de mi amiga la tortuga. Si se quiere venir, puede acompañarme. ¿ Como se llama?
- Mi nombre es Tina y usted tiene nombre ¿ Verdad?.
- Si, soy Blanquito. Pero dese prisa, que si no no llegamos a casa de mi amiga. Además, si llegamos tarde se enfadará y me está esperando.
Comenzaron a andar, andar, andar, y andar. Hasta que por fín llegaron a la casa de la Señora Tortuga.
El conejo llamó fuertemente a la puerta, porque Mona, la tortuga, que así se llamaba, estába un poco sorda y además de eso era muy lenta.
Ella abrió y saludó a sus amigos:
- ¡ Hola, Blanquito!. ¿ Hoy me traes a alguien más?.
- Si, Mona. Esta es Tina la serpiente de colores y quería venir a conocerte. Si no te importa, comerá con nosotros también.
- Pasar, pasar los dos. Claro que no me importa que haya venido, tengo comida de sobra. Vendréis hambrientos. ¿Verdad?.
- Claro, tenemos muchas ganas de comer. Sabemos que tu cocinas de maravilla y por el olor deduzco que has echo lo que a mí más me gusta. ¿ Verdad, amiga mía?.
- Claro, Blanquito. Que he hecho tu comida favorita, sabes que siempre que vienes te la hago.
Los tres se sentaron en la mesa y comenzaron a probar ese alimento que había cocinado la Tortuga. La serpiente se quedó mirando a los dos y se dijo para sí misma:
- Que suerte tengo, por fín he encontrado a dos animalitos con los que puedo estar agusto y con los que se puede hablar tranquilamente de nuestras cosas, sin que nos peleemos.
Al finalizar la comida, llegó la hora de despedirse de Mona. Las despedidas entre ellos eran un poco duras, porque los dos se echaban a llorar, aunque se veían con frecuencia. Pero se llevaban tan bién, que Blanquito siempre defendía a su amiga y la quería mucho.
Cuando salieron de la casa, Tina le comentó al conejo que se lo había pasado muy bién y que a ella también le gustaría ser su amigo. El accedió y se fueron cada uno de ellos a sus casas.
Se volvieron a ver al día siguiente, al siguiente, al siguiente y así sucesivamente.
Colorín Colorete por la chimenea sale un cohete