sábado, 3 de agosto de 2019

ROSA, LA MARIPOSA DE COLORES QUE NO PODÍA VOLAR

Había una vez una pequeña mariposa, que sus alas estában repletas de colores. Su nombre era Rosa. Como era tan pequeña no sabía volar, pero comenzó a crecer, a crecer y a crecer. Ella abrió sus alas e intentó alzar el vuelo.
Rosa se miraba a sí misma y se decía:
- ¿ Qué me está pasando?. ¿ Por qué no puedo volar como las demás mariposas?.
Iba de flor en flor,pero sin volar. Las otras mariposas se la quedaban mirando y se reían de ella diciéndola:
- Mirarla, Rosa no sabe volar. ¿ Qué pasa que no tienes alas?. Ja, ja, ja.
La pobre, miraba hacia abajo y se iba toda triste, sin saber lo que le pasaba en sus bellas alas.
Ese mismo día se encontró con la abeja Candela y como la vió así se acercó a ella y le preguntó:
- ¿ Qué te pasa hermosa mariposa?. ¿ Por qué estás así de triste?.
- Porque no sé que le pasa a mis alas que intento volar pero no puedo y encima las otras mariposas se ríen de mí. No tengo amigos por eso.
- No te preocupes, en mí tendrás una amiga. Si quieres podemos ir juntas por el bosque.
Cuando iban de flor en flor, se encontraron con Mary la Mariquita que les miró y les comentó:
- ¿ A dónde váis vosostros dos?. ¿ Tú por qué no puedes volar?.
- ¡Hola, Mariquita!. Mis alas no estan bien, por eso no puedo volar. Intento hacerlo y no puedo. No sé que las pasa.
- ¿ Puedo ir con vosotras?. conozco al hada del bosque que a lo mejor puede ayudarte.
Se dirijieron hacia la enorme casa del hada. Cuando por fín, despues de estár un rato buscándola, llegaron y llamaron a la puerta.
- ¿ Quién llama fuertemente a mi casa?. ¿ Quién viene a molestarme a estas horas de la mañana?.
- Hada del Bosque, soy Mary la Mariquita. Vengo con Rosa una Mariposa que no puede volar y con Candela, la abeja.
- Pasar, perdona que no te haya reconocido. Ven aquí, preciosa, a ver que veamos tus alas. No te preocupes, ahora echaré unos polvos mágicos sobre ella y ya verás como luego podrás volar.
Ella no se lo creía mucho, pero la hizo caso.
El Hada del Bosque le roció las alas con los polvos mágicos y una vez que terminó de echárselos, Rosa comenzó a abrir sus hermosas alas y las empezó a mover de abajo arriba.
Por fín, consiguió volar y se fué sobre el cielo azul. Las otras Mariposas que se habían reido de ella comentaban entre ellas:
- ¿ Cómo ha conseguido volar?. Antes no lo hacía ¿ Verdad?.
Ella presumía de la hermosura de sus alas y las daba envidia a las otras. Por fín, Rosa podía volar y todo gracias al Hada del Bosque y a sus amigas Candela la abeja, Mary la Mariquita.
Estaba tan feliz que volaba a todas horas y no paraba por nada del mundo. Quería ver todo lo que pasaba en el bosque, todo lo que no había visto antes.
        MORALEJA:
  Hay niños con distintas discapacidades que no pueden alzar el vuelo como la Mariposa. Por eso necesitan la ayuda de distintas hadas del bosque. Si véis a algún niño o niña con alguna discapacidad, ayudadle, porque os lo agradecerán mucho.